Ésta es la penúltima entrada sobre los dioses que, según la mitología griega, residían en el monte Olimpo, el lugar más alto de Grecia.
10. Ares.
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Ares ludovisi, Lisipo, s.IV a.C. |
Es el dios de la guerra que los romanos identificaron con Marte. Hijo de Zeus y Hera, encarna el espíritu de la batalla, que combate generalmente a pie y al que acompañan sus hijos Deimo (el Temor) y Fobo (el Terror). Tuvo amores con Afrodita y con mujeres mortales con las que engendró hijos violentos. Se le representa con el casco y las armas y sus animales consagrados son el buitre y el perro.
11. Ártemis.
La diosa de la naturaleza, de los animales salvajes y la caza, es frecuentemente representada portando un carcaj lleno de flechas y armada con el arco. Fue asimilada en Roma con Diana y se la suele considerar hermana gemela de Apolo, hijos ambos de Leto y Zeus. Es la doncella virginal, arisca, que sólo se complacía con la caza. Los antiguos la vieron como personificación de la Luna. Se la asocia también al ciervo.
12. Apolo.
Como decíamos, Apolo también es hijo de Leto y Zeus. Es un dios muy hermoso y alto con largos bucles negros de reflejos azulados. Tuvo numerosos amoríos con Ninfas y mortales cuyos frutos fueron Aristeo, los Coribantes, los músicos Lino y Orfeo, la musa Calíope, Asclepio, etc. Se le consideraba el dios de la música y la poesía y en el monte Parnaso lo acompañaban las Musas. Es dios de la luz, del sol y de la profecía y como tal, vaticinaba el futuro en su oráculo en Delfos. Le estaban consagrados el lobo, el corzo o la cierva, el cisne, entre otros. Sus atributos eran el arco y la flecha, la lira, el plectro, la espada y el laurel.
Como decíamos, Apolo también es hijo de Leto y Zeus. Es un dios muy hermoso y alto con largos bucles negros de reflejos azulados. Tuvo numerosos amoríos con Ninfas y mortales cuyos frutos fueron Aristeo, los Coribantes, los músicos Lino y Orfeo, la musa Calíope, Asclepio, etc. Se le consideraba el dios de la música y la poesía y en el monte Parnaso lo acompañaban las Musas. Es dios de la luz, del sol y de la profecía y como tal, vaticinaba el futuro en su oráculo en Delfos. Le estaban consagrados el lobo, el corzo o la cierva, el cisne, entre otros. Sus atributos eran el arco y la flecha, la lira, el plectro, la espada y el laurel.